martes, 8 de septiembre de 2015

Veroño

Recuerdo el primer día que sentí que ya había llegado, que estaba aquí; la ropa se me pegaba al cuerpo y en la calle olía distinto…mejor.

Así, con la llegada del verano, se estampan las jaulas que el invierno esculpe con el hielo. A la luz del Sol, nos volvemos ligeros, y, como el agua del mar, somos más transparentes; más ‘salaos’.

Cambiamos tanto que hasta nuestra piel cambia de color: marroncitos y tostados, color bronce, como el azúcar moreno, nos volvemos naturales. 

Los sentimientos se inflaman, llegan a expandirse tanto que a veces no caben en el pecho, y entonces se nos ven desnudos. Nos acentuamos, somos muy felices, y en cada despedida inspiramos un poco de ese otoño granate que está por llegar.

Los días son más largos, el cerebro tiene más tiempo para pensar y replantearse todo: analizamos si el color de la pared es el mejor, si necesitamos comer más tomates, e incluso, si quien duerme a nuestro lado es quien queramos que sea.

Sentimos una patada en la estantería, caen todos los libros y el polvo aflora…se nos brinda así la oportunidad de reordenar y redecorar nuestro interior.  

Pasamos a pensar en color, le damos sabor a los sueños, recogemos conchas, soltamos tensiones.  Nos volvemos tan incívicos y deliciosamente locos, que caminamos casi desnudos al lado del mar.

Los trenes van uniendo las calurosas experiencias, va trazándose entre las cejas rubias llenas de arena el mapa al que acudiremos en el ahogo de la rutina, para así, volvernos a sentir libres.

Se cocina con música francesa, el agua se vuelve gazpacho, y se come a la sombra, de una guitarra.

En verano se vive, lo que decidimos matar en Otoño.


domingo, 1 de diciembre de 2013

A ciegas

Andamos a ciegas, sin tocar las paredes ni los pomos de las puertas, es por eso que no encontramos más que obstáculos. No pisamos el suelo, nos arrastramos, y así, tropezamos con cada irregularidad. Dormimos cronometrados, y consecuentemente limitamos el alcance de nuestros sueños con cada ‘’la alarma sonará en…’’ Nos pasamos el día introduciendo contraseñas para salvaguardar nuestra privacidad, mientras descuidamos nuestra intimidad. Gastaremos en Navidad los ahorros en un bonito jersey, mientras desearemos que alguien nos lo arranque de la piel. Nos pondremos melancólicos cuando nieve, cuando llueva...y cuando haga Sol nos quejaremos de seguir en casa.


Yo, si quieres, te propongo andar a ciegas, pero porque todo lo que te hará feliz estará de puertas para dentro. No tocaremos las paredes ni los pomos, porque todo estará abierto, para que veas que por lejos que esté, puedes seguir viéndome. El suelo, ni pisarlo ni arrastrarnos, porque el protagonista va a estar un metros por encima. Dormir y soñar serán antónimos; te reto a soñar con los ojos abiertos. Olvídate de contraseñas, y empieza a hablarme con señas mientras nos reímos. ¿El despertador? El Sol sale todos los días, de eso no me ocuparé yo. La Navidad, así como el verano o tu cumpleaños serán un estado mental, te dejo escoger que días quieres que lo celebremos. La melancolía seguirá, pues estaremos mucho tiempo fuera de casa, viajando sin parar, a cambio, prometo arrancarte el jersey siempre que me lo pidas.

lunes, 8 de julio de 2013

Cristales


Desde dentro fue construyendo su bote de cristal. De cada crítica hacía un trocito de la pared de su tarro; con su orgullo logró construir la tapa y la cerró herméticamente con cada uno de sus silencios. Dentro del bote empezó a ver la realidad distendida por el cristal, se guiaba por las sombras y los colores, pero ya no veía lo que había detrás. No escuchaba con claridad, solo respondía ante golpes o gritos, pero se perdía los susurros y las risas tímidas. Se acostumbró al tacto frío del cristal, a vivir con límites, a juzgar un exterior que desconocía.

Pasó mucho tiempo preguntándose cómo había acabado allí dentro, repitiéndose lo injusto que era que él estuviera encerrado en sí mismo…Pero de repente logró recordar que fue él quien construyó su pared de cristal. 

La primera vez que un niño rompe un vaso de cristal, puede que le llegue a producir placer, hasta que después viene la represión. De esta forma llegamos a adultos invirtiendo esta sensación, llegando a preocuparnos minutos después a la ruptura del vaso, sintiendo sudores fríos, agitación... Quizá el secreto esté en disfrutar de la fractura del cristal, dejando libre el aire que contenía, abandonando su estructura rígida, perdiéndose detrás de cada esquina, debajo de cualquier sillón.

domingo, 3 de marzo de 2013

Aquí y ahora

Nos molesta que nos guiñen el ojo, pero más aún que no nos miren. Nos molesta que nos susurren despacito porque ansiamos escuchar el mensaje, y nos quejamos de que nos saturan de información a gritos. Nos angustia ver la vida pasar en el sofá, y nos quejamos del esfuerzo que supone ir a ver el mar. Nos envenenamos de vicios y proclamamos la necesidad de una vida sana. Nos repugna el trabajo, pero al disponer de tiempo libre, nos encanta decir ‘’me aburro’’. Nos indigna que hablen de nosotros, pero nos molesta tanto lo que hace el de al lado que lo tenemos que decir. Nos frustramos en la cordura, pero cuando adquirimos la locura, nos asustamos y nos incomodamos.
 ¿Y por qué? Porque esperamos siempre lo contrario a lo que hemos deseado hace 3 segundos, olvidándonos de eso que llaman AQUÍ Y AHORA

lunes, 22 de octubre de 2012

Hazme reir, como tú sabes.

Uff...un año, que increíble el tiempo y sus caprichos. ¿No crees? Madre mia reina, el mundo esta hecho un cajón desastre, nos pasamos el día manifestándonos sobre todo vosotros los profes!! En baile estamos revolucionados, este año vamos todos de miedo...no vale ponerse monas.

Muchas cosas te sonarán cotidiandas, pero creeme, nada es lo mismo. No hay día que no haya algo que me recuerde a ti, una amiga tuya que me cruce, alguien en baile con los pantalones azulones de los que no te despegabas, alguien paseando con botas blancas tan peculiares como a ti te gustan. ¿Sabes Ani? Hay días que te siento tan cerca...es que soy capaz de escuchar tu risa, incluso veo a alguien de espaldas y espero que al girarse vea tus ojos.

Pero no, eso no puede ser así, ¿y sabes por qué? Porque eres única, porque hay flores que solo nacen una vez, que son tan especiales que se mantien para siempre frescas y preciosas. La vida ha sido injusta, pero el tiempo decidió que tu sonrisa tenía que quedar para siempre joven, y no te creas que no es bonita...Es díficil escribir a ciegas frente a un ordenador, sabiendo que no te tengo, pero ya me conoces. Soy una soñadora, y creo firmemente en que las personas no se van nunca si se recuerdan, si se las tiene presente, si se lee sobre ellas y se las llega a conocer. Es triste, está claro que contener las lágrimas a estas alturas de mi carta es difícil, pero es que llorar también es humano, tanto o más que reir, y si algo hemos hecho nosotras siempre es dejarnos sentir.

Mucho más desahogada voy acabando, un año pasado desde que abriste las alas, aún no me lo creo. Espero que estés bailando de nube en nube, festejando los días de lluvia, celebrando los días de Sol.
Te quiere y te añora, tu corazón de melón.

lunes, 15 de octubre de 2012

Libertad, con L de ''locura''.

Que si, que te sigo esperando. Que llegues sin avisarme, que me lances en el aire, que me cosas unas alas gigantes como las tuyas, que volemos. Nos vamos a comer el mundo, con sal y azúcar a la vez, nos vamos a volver locos, vamos a ser nosotros, vamos a respirar debajo del agua y a nadar en la arena. Aún mejor...vamos a correr tumbados, a volar bailando, vamos a hacer el amor encima de todas las ...
flores, vamos a visitar todas las Lunas llenas que salgan esta noche. Vamos a mirarnos a los ojos y a parar el mundo con un suspiro, y a reiniciarlo con un beso. Vamos a irnos de cañas con la libertad, y saldremos con la felicidad, y nos va a dar igual todo lo demás.

Porque es así, porque esta tarde todo me arde. Por que por mas que lo intento yo no me acuerdo, si me preguntas de donde vengo, yo no lo se.